¿Eres capaz de llevar 365 DÍAS el mismo tipo de ropa?

Hoy traemos un truco, una idea útil, una forma más de no perder nuestro tiempo en cosas innecesarias ¿Eres capaz de llevar 365 DÍAS el mismo tipo de ropa?

Muchas de nosotras y nosotros hemos llevado en nuestra época escolar uniforme, tanto en centros privados como públicos, por no decir aquellos que hemos ido a colegios de monjas.

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No nos gustaban los uniformes y aprovechábamos cualquier ocasión para no llevarlo a la escuela y que nuestros compañeros nos vieran con otra vestimenta, eso solía ser en fiestas por norma general.

Debo decir no obstante que personalmente me gustaba el uniforme porque llevándolo me hacía no pensar en eso, y pensar en otras cosas más importantes (piénsese por importante pensar en el chico de turno).
En el colegio sabía como iba a ir vestida cada día así que "eso" no me preocupaba, y de esa forma era capaz de ocuparme de cosas que me tocaban el "corazón".

Pero eso cambio al ir al instituto (ya no se llevaba uniforme), y cada día había que pensar en que iba a ponerme, y si llevaba una falda más de dos veces a clase parecía que siempre vestía igual, por eso y justo por eso, mucha de nuestra ropa no sale del armario, y nuestras madres nos dicen que para que tenemos tanta ropa si no nos la ponemos.
Y es que no nos la ponemos porque no nos gusta por regla general repetir prendas cuando todos los días te ves con la misma gente, pasa igual en el trabajo, llega un momento en que te aburres de repetir looks.

Por eso quiero contarte la historia de varios personajes aunque hay más te señalare alguno que seguro que conoces, y que siempre lleva la misma vestimenta.

En primer lugar hablaremos de Matilda Kahl directora de arte de una agencia de publicidad neoyorquina.

Cuando sonaba su despertador como el de cualquier persona, se plantaba frente al armario y dependiendo de su estado de ánimo, del trabajo que tengamos que hacer ese día, de las ganas de triunfar o de pasar desapercibidos, de las prisas etc. así te viste ese día. ¿No es cierto?
Elegir indumentaria cada día suele provocarnos estrés, retrasos, y dolores de cabeza por norma general, y siempre tienes en tu mente la coletilla: "de no me he puesto lo correcto hoy"

Pues está mujer Matilda se cansó de todo este ritual, y de pensar cual sería la ropa perfecta para ese día, si era demasiado formal la falda, o demasiado larga, o si iría elegante, o si tenía una mancha...

No es cuestión de preparar la ropa del día siguiente media hora antes, ni tampoco quienes la preparan por la noche, sea como sea pierdes unas horas pensándolo sí, o sí da igual el momento.

Matilda zanjó este asunto, y eliminó todos sus prejuicios relativo a que su ropa fuera creativa o no, aunque su profesión lo fuera.

Así que busco un look que fuera el mismo cada día laborable, y que le diera todas las características que necesitaba hubiera o no eventos importantes en su empresa, de esa forma podría pensar en cosas más importantes, y obtendría más tiempo para otros fines.

Un pantalón negro, una camisa blanca adornada con una sencilla cinta y una cazadora de cuero han sido los aliados de Matilda Kahl cada mañana de oficina durante más de 2 años. El resultado es eficaz: chic y sobrio al mismo tiempo; desenfadado pero elegante, no demasiado sujeto a modas pasajeras y válido, además, para cualquier estación del año. Con esta iniciativa, la directora de arte ha logrado no sólo despojarse de la tensión mañanera y de su consecuente desgaste sino reivindicar que en el ámbito laboral una persona debe ser valorada exclusivamente por su trabajo, no por la ropa que luzca.
Eligió un clásico, combinar blanco y negro. Compró 15 blusas de seda idénticas, con la abotonadura en diagonal y las mangas recortadas, para darle un aire moderno. Varios pares de pantalones negros y simples. Finalmente, aportó su toque personal con una cinta de cuero inspirada en la afinidad de su madre hacia los lazos. Para los sofocantes días del verano neoyorquino, buscó una alternativa, dos faldas negras mate muy sencillas e igualmente efectivas. Recientemente, tras una búsqueda intensa, volvió a adquirir, esta vez en ©Zara, una nueva tanda de blusas, pues tuvo que jubilar las anteriores por uso.
Su caso ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales gracias un artículo que ella misma escribió en una revista femenina y que ha sido compartido casi 74.000 veces. No era la primera en hacerlo -empresarios de éxito como Steve Jobs o Mark Zuckerberg ya presumieron en su día de las bondades de repetir vestimenta y no perder el tiempo en cosas innecesarias- aunque es pionera en el caso de las mujeres, al menos en el hecho de hacer pública su militancia.
Antes de que llegaran los aplausos, tuvo que soportar todo tipo de bromas en el trabajo: "Matilda, ¿te has metido en una secta? Matilda, ¿es que has perdido una apuesta?", se mofaban sus compañeros. Ella persistió y siguió sintiéndose bien sin tener que volver a pensar en el tema. Una vez que su iniciativa se popularizó, hubo quien la criticó preguntando si no le habría bastado con elegir la ropa la noche anterior: "Eso es sólo trasladar el problema a unas horas antes, me iría entonces más tarde a la cama y perdería un valioso tiempo de sueño", escribió sin vacilar.
No piensa dar un paso atrás, está feliz con su decisión, no sólo por convicciones y por la desaparición del estrés sino también por la importante cantidad de dinero que ha ahorrado este tiempo. No obstante, su cuenta de ©Instagram nos muestra a una Matilda en su tiempo de ocio muy diferente, una mujer que luce vestidos, faldas atrevidas, estampados... Si llegara el día en que volviera a plantearse vestir cada mañana una opción distinta, ya sabría que, en caso de dudas, podría contar con su heroico uniforme: "Él está ahí para mí y yo estoy aquí para él". La frase con la que remataba su artículo es una reflexión que, sin duda, invita a pensar: "Hoy no sólo me siento genial con lo que me pongo sino que no tengo que pensar en lo que me pongo".
Fuente ©ElMundo
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Steve Jobs/Mark Zuckerberg/Iker Jiménez
Y ahora que sabes todo esto te vuelvo a preguntar:

¿Eres capaz de llevar 365 DÍAS el mismo tipo de ropa?, a que ahora piensas que sería una buena idea, para dejar de agobiarte con este tema.

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